martes, 13 de mayo de 2025

La mejor familia del mundo

 


Parece una estructura sencilla, de tradición secular, pero la familia constituye un organismo extremadamente complejo, donde todos los esplendores y todas las mezquindades pueden encontrar cobijo y caldo de cultivo. Pensemos en una pareja y, a partir de ahí, dibujemos sus ramificaciones por las dos partes: hacia atrás (padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, tías), hacia los lados (cuñados, cuñadas, sobrinos, sobrinas) y hacia adelante (hijos, hijas, nietos, nietas). Y si los miembros de la pareja se separan y reconstruyen su vida, vuelvan a empezar la lista, con nuevos ingredientes. Cada una de esas personas es un ente autónomo, con sus virtudes y sus defectos, con sus normalidades y sus rarezas, con sus paraísos y sus infiernos. ¿Calibran hasta dónde podría llegar una escritora que se planteara mirar con ojos atentos esas praderas y esas fosas abisales?

Mayte Blasco lo hace en La mejor familia del mundo, un espectacular conjunto de aproximaciones al ser humano, que nos traslada inteligentes reflexiones sobre nosotros mismos: la niña que contempla con tristeza cómo su padre alcohólico varía de humor en función de su ingesta etílica; la joven madre que, mientras charla con un antiguo compañero de instituto y siente el calor del deseo, sufre la angustia de perder de vista a su hija pequeña en el parque; la atlética tía que practica ejercicio físico y cuida su alimentación, pero que no ha alcanzado el sueño de ser madre; el hombre que intenta aliviar su sentimiento de culpa y su dolor ante un hierático psiquiatra; dos primas (una guapa y una fea) que mantienen durante años una sofocante rivalidad; la anciana viuda que necesita sentir la cercanía de su hija, aunque esa asfixiante dependencia ponga en peligro su matrimonio; la hija de un concejal conservador que queda embarazada demasiado pronto; el chico con una discapacidad que, de pronto, se convierte en un héroe local; los juegos de atracción y repulsión que se establecen entre los dos integrantes de una pareja que se ha divorciado…

El mundo del corazón es amplio y esconde habitaciones de todo tipo: luminosas y oscuras. En este magnífico libro de Mayte Blasco encontraremos herramientas para entenderlo mejor y, quizá, al vernos retratados en alguna de sus páginas, descubriremos que, a veces ángeles y a veces demonios, solamente somos seres humanos.

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