jueves, 31 de octubre de 2024

Los días

 


Puede ocurrir que, en un momento especialmente importante de la vida (en un “punto de inflexión”, podríamos decir, si no nos moderara el miedo a la pedantería), una persona decida comenzar la escritura de su diario. En el caso de Miriam, la voz principal de Los días, de Isabel Moreno García (Trifaldi, 2024), ese momento se produce en un período de crisis laboral (no termina de estar feliz en su trabajo como contable) y sentimental (tras doce años de convivencia con Mateo, la imposibilidad de ponerse de acuerdo sobre el tener o no tener hijos los ha llevado a la separación, que se produjo hace siete meses). Pero no se trata de un diario “típico”, donde se van consignando las acciones cotidianas, tan grises como insignificantes, sino que la pretensión alcanza más allá: busca convertirse en una cajita de palabras y de pensamientos, de reflexiones y de conclusiones, de interrogantes y de dudas. Se nos habla de la guerra de Ucrania, que conmueve y preocupa a todo el continente. Se nos habla de la soledad de los seres humanos, que avanzan por la vida casi a ciegas, aferrándose a cuanto se encuentra a su alrededor. Se nos habla de la atomización y la velocidad que imprime Internet a nuestras vidas. Se nos habla de esos amigos escasos y fundamentales, en quienes nos apoyamos para sobrevivir. Se nos habla de las bibliotecas públicas, que nos ofrecen silenciosas su tesoro de libros casi infinitos. Y, por supuesto, se alude con admiración y con respeto a los diarios de Ana Frank, Cesare Pavese, Amiel (quien “hizo de registrar las vicisitudes diarias de sus pensamientos y escasas acciones el faro de su vida”, p.72), Sofía Behrs o Juan Ramón Jiménez.

Lógicamente, también se anotan en el volumen algunos detalles personales, como la edad de la protagonista, sus poco gratas experiencias escolares (“Nunca disfruté ni me iluminó nada de lo que sucedía mientras permanecía sentada en el pupitre”, p.43), su fracaso en la prueba de acceso a la universidad o la relación que mantiene con su padre (psiquiatra) y con su madre (maestra), pero la aventura lectora que nos propone la madrileña Isabel Moreno incide con mucha mayor intensidad en los laberintos psicológicos y emocionales de Miriam, una mujer muy especial, hasta convertir estas páginas en una experiencia densa y exigente, por la que deberemos transitar con los sentidos alerta.

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