miércoles, 9 de noviembre de 2016

Odas de Ricardo Reis



Para mí, leer o releer a Fernando Pessoa siempre es una aventura, un reto y un bálsamo. Si los textos son nuevos, porque me provocan con su inteligencia y me seducen con el primor de su estilo; si ya los conocía, porque renuevan en mi ánimo la maravilla de visitar de nuevo a un genio. Me he terminado ahora, en diez noches intensas de café y flexo, las Odas de Ricardo Reis, que traduce Manuel Moya para el sello Visor.
Y la verdad es que no quiero decir nada más.
No me hace falta.
Solamente, que he disfrutado de Pessoa.
Que me ha hecho pensar y sentir.
Que ha vuelto a conquistarme (una vez más, y van...).

Y que copio algunos de los versos del volumen, para mi disfrute y el vuestro: “Que noche hay antes y después / de lo poco que duramos” (Que há noite antes e após / o pouco que duramos); “En cualquier hora puede sucedernos / que nos cambie todo” (Em qualquer hora pode suceder-nos / o que nos tudo mude); “Sólo en la ilusión de la libertad / la libertad existe” (Só na ilusão da liberdade / a liberdade existe); “No en el objeto, sino en el modo está el amor” (Não no objecto, no modo está o amor); “De los dioses quiero tan sólo que no se acuerden de mí” (Quero dos deuses só que me não lembrem); “A quien nada conceden los dioses, tiene libertad” (A quem deuses concedem nada, tem liberdade); “Todo contiene mucho si los ojos saben ver” (Tudo contém muito se os olhos ben olharem); “Vive la imperfecta hora / perfectísimamente / y sin nada esperar / de los hombres, ni de los dioses” (Vive a imperfeita hora / perfeitissimamente / e sem nada esperares / dos homens, nem dos deuses).

2 comentarios:

  1. Tengo que reconocer que Pessoa siempre me ha resultado demasiado intenso.

    Un abrazo

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  2. Para mí, Pessoa, es un hermano literario que me tiene cogida el alma y me arrastra a su INFIERNO, del que no quiero salir.

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