martes, 29 de agosto de 2017

El grafiti del Cid



No creo que exista ningún pueblo en España (las ciudades escapan a veces, por la frialdad de su volumen, a esta norma) donde no circule, desde tiempo inmemorial, alguna leyenda que se repite de padres a hijos y que mantiene viva la imaginación de sus habitantes. En Blanca, donde yo nací, se rumoreaba sobre la existencia de un antiquísimo e inencontrado túnel que comunicaba el castillo con el cauce del río; y en Molina de Segura, donde ahora vivo, burbujea el recuerdo del rey al-Samiz III, que mantuvo siempre una buena relación con el monarca castellano Alfonso VI y que, hostigado al final de sus días por la invasión de los almorávides, se vio obligado a huir sin poder llevarse su descomunal tesoro, que escondió en un lugar indeterminado. A esa seductora historia se le une el hecho de que el Cid Campeador visitó un día la localidad en el año 1089, sin que se conozcan demasiados detalles sobre los motivos profundos de ese viaje.
El narrador Paco López Mengual, que tiene una fantasía desbordante y cuyo olfato para detectar historias seductoras empieza a ser legendario, no necesita mucho más para componer una novela, tras añadir a esas dos líneas mencionadas un buen número de detalles intrigantes: pañuelos de la Edad Media que aparecen de pronto en la habitación de una adolescente, enigmáticos personajes vestidos de árabes del siglo XI, pasadizos misteriosos, un cilindro de metal donde se oculta un mapa… El público juvenil, destinatario natural de esta novela, quedará fascinado por la trama que el autor ha compuesto para él, donde no faltan el sentido del humor, las referencias al mundo actual, el lenguaje fresco de sus protagonistas, el amor a la literatura, la osadía del argumento… y hasta algunos sustos, perfectamente dosificados y colocados en el lugar idóneo.

Después de haber convencido a centenares de lectores con sus novelas (El último barco a América, Maldito chino, La memoria del barro), con sus relatos cortos (La pistola de Hilarito) y con sus anecdotarios urbanos (Un paseo literario por calles de Murcia), Paco López Mengual ha dedicado sus últimas publicaciones al público infantil y juvenil, con títulos como ¿Te cuento un cuento? o, ahora, con El grafiti del Cid. Esta sorprendente versatilidad evidencia que nos encontramos ante un creador en estado de gracia. Y sus lectores sonreímos, felices por el placer que siempre obtenemos de sus obras.

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