viernes, 28 de julio de 2017

Sobre literatura y arte



Me acerco otra vez hasta el genial Fernando Pessoa, que me ha sorprendido con su tomo Sobre literatura y arte, traducido por Nicolás Extremera Tapia, Enrique Nogueras Valdivieso y Llüisa Trias i Folch (Alianza Editorial, Madrid, 1985). Buscaba encontrar alguna perla intelectual y me he topado con un aluvión de ellas, porque Pessoa irradiaba talento, brillantez, fulgor, energía. Adentrarse en su mente (bucear en las páginas de un autor es siempre viajar por su mente) equivale a emprender una aventura rica y fascinante, de la que saldremos otros.
Para resumir (si la crueldad de ese verbo es tolerable en una reseña) todas las ideas maravillosas que el escritor portugués desliza en el tomo aportaré varias de las frases que he subrayado con rotulador rojo en él. Creo que pueden servir como entremés para que los lectores, excitados, acudan luego a devorar todos los demás platos del menú.

“Lo que hace al público público, que es el ser colectivo, por esto mismo lo priva de la inteligencia, que es sólo individual”. “Tal vez contribuya a engrandecer el universo, porque quien al morir deja escrito un verso bello, deja más ricos los cielos y la tierra y más emotivamente misteriosa la razón de que haya estrellas y gentes”. “Debe haber, en el poema más pequeño de un poeta, algo en que se note que existió Homero”. “Dios es un concepto económico. Los curas de todas las religiones hacen a su sombra su burocracia metafísica”. “El elector no elige lo que quiere; elige entre esto y aquello que le dan, lo cual es distinto”. “El artista debe escribir, pintar, esculpir sin mirar otra cosa que lo que escribe, pinta o esculpe”. “Todo artista que da a su arte un fin extraartístico es un infame”. “La indiferencia ante la Patria, la Religión, las llamadas virtudes cívicas y los instrumentos mentales del instinto gregario no son útiles, sino absolutamente obligatorias para el Artista. Si esto es amoral, la culpa es de la Naturaleza que le ordenó crear belleza, y no predicar a nadie”. “Hay sólo tres artes: la metafísica (que es un arte), la literatura y la música”. “Intento con todas mis fuerzas no ser la misma cosa durante tres minutos seguidos, porque es mala higiene estética”. “Sustitúyete siempre a ti mismo. Tú no eres bastante para ti. Cógete siempre de improviso. Acontécete ante ti mismo”. “Pueblo conservador, pueblo muerto”. “¿Pues qué es el propio hombre sino un insecto necio y ciego zumbando contra una ventana cerrada?”. “El genio, el crimen y la locura provienen por igual de una anormalidad: representan, de maneras distintas, una inadaptación al medio”. “Todas las artes son una futilidad frente a la literatura”. “El hombre de genio es un intuitivo que se sirve de la inteligencia para expresar sus intuiciones”. “Sólo vence quien nunca alcanza”. “Todo arte que permanece está hecho para las aristocracias, para los escogidos, que es lo que permanece en la historia de las sociedades, porque el pueblo pasa y pasar es su oficio”. “Un dionisíaco, si lo es de verdad, quiere vivir o soñar, y no hacer arte (...) Todo artista es, pues, como tal, un exponente involuntario del ideal apolíneo”. “Todo hombre tiene muy poco que expresar y la suma de toda una vida de sentimiento y pensamiento puede encerrarse a veces por completo en un poema de ocho líneas”. “La variedad es la única excusa para la abundancia. Ningún hombre debería dejar veinte libros diferentes a menos que sepa escribir como veinte hombres diferentes”. “Es el hombre un animal incoherente”.

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