jueves, 3 de marzo de 2016

Poetas españoles del siglo XXI



No es tarea fácil distinguir, entre el maremágnum de publicaciones líricas que anegan el mercado editorial todos los años, cuáles de esas obras sobrevivirán a la erosión del tiempo y quedarán como testimonio de calidad y de pureza para las generaciones futuras. Y la tarea resulta aún más ardua cuando el período de análisis no se circunscribe a un año, sino que se dilata hasta una década y media. Esta arriesgada exégesis es la que ha ejecutado el profesor y académico Francisco Javier Díez de Revenga en su valiosa contribución Poetas españoles del siglo XXI (Aproximaciones al mapa poético actual), cuyo primer volumen publica con elegancia inteligente el sello Calambur.
Para acometer esta ciclópea tarea, el estudioso debía atesorar al menos tres cualidades en grado sumo: un vastísimo bagaje de lecturas, una acendrada capacidad de selección y un riguroso estilo expositivo. Sin duda, el catedrático murciano brilla en los tres ámbitos, lo cual le permite trasladarnos unos juicios literarios de enorme valor, que extiende a autores de toda condición, edad o nivel de fama. Con transparencia y rotundidad, Díez de Revenga nos va diseccionando las figuras de José Manuel Caballero Bonald (“Poeta egregio, de muy larga y veterana trayectoria literaria, a quien los años han nutrido de lucidez y de conocimiento, y también de precisión para comunicar ansiedades, dudas, insumisiones y rebeldías”), Clara Janés (“Con un estilo brillante y muy personal, lacónico porque lo exige la materia tratada, con un verso que es expresión de un ansioso balbuceo, revelador tanto de inseguridad como de pasión por el conocimiento, formaliza la autora un estilo y un vocabulario únicos en la poesía española del presente siglo”), Pere Gimferrer (“Inagotable, apasionado, entusiasta poeta contemporáneo, arrebatado por su propia inspiración”), Jaime Siles (“Revela, a lo largo de su dilatado itinerario poético, coherencia y solidez, al unir la deliberación de su propio yo poético con la comunicación con el mundo a través del lenguaje, en la seguridad, en la convicción, de que la palabra poética tiene una potencia salvadora que, a su vez, convence y atrapa irremediablemente al lector”), Pascual García (“Es dueño, hace muchos años, de un lenguaje poético (y desde luego narrativo) de una gran fuerza expresiva. Domina plenamente los recursos más imaginativos para dotar a sus representaciones poéticas de verdad, pero también de naturalidad y elegante estilo. Sus formas poéticas muy clásicas, sus endecasílabos, alejandrinos y heptasílabos, claros y serenos, pero potenciadores de un ritmo necesario, confirman la calidad de un estilo inconfundible”) o José Cantabella (“Palabra natural, distendida, acogida en un verso elegante y dúctil, que imprime el ritmo de realidades que fueron, o que son, pasiones; palabra poética revestida tenuemente de realismo y de evidente sensualidad mostradora de realidades sublimadas o expresadas con desnudez”).

Podría seguir anotando citas, porque el libro está enjoyado de ellas, pero estimo que las seleccionadas son bastante ilustrativas de la capacidad que el catedrático murciano tiene para condensar en media docena de líneas sus reflexiones lentas y enriquecedoras. Son solamente seis ejemplos de los veintiséis excelentes trabajos que este volumen contiene, en los que Francisco Javier Díez de Revenga expone con insuperable agudeza su documentada visión sobre el panorama lírico de la España actual. Un tomo que no debería faltar en la biblioteca de ningún docente que se dedique a la enseñanza de la literatura.

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