martes, 14 de agosto de 2012

Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy



Hace ya algunos añitos que la exmoderna Olvido Gara (alias Alaska) grabó aquella canción feísima cuyo estribillo pregonaba "Quiero ser santa, quiero ser beata". Bueno, pues he descubierto un libro donde el gaditano Eduardo Mendicutti nos repite la misma sandez, pero en forma de ladrillo novelesco, bajo la dudosa máscara del humor. Y es que el argumento de este volumen (que a continuación paso a destripar) tiene bemoles: un transexual llamado Jesús López Soler (luego cirujaneado como Rebecca de Windsor) ha concebido la mostrenca ocurrencia de convertirse en santa. O más bien, como la propia protagonista precisa, "en santa de lujo", que para eso hay buena carrocería y silicona de por medio.
Inicia entonces una burda peregrinación (que quiere ser quijotesca y no lo consigue) a lo largo de libros, conventos y éxtasis espurios, hasta que la vistosa protagonista se acaba fatigando y abandona la alocada idea inicial.
Desde el punto de vista literario (el único que me interesa en esta página), hay dos momentos hermosamente escritos: el reencuentro de Rebecca con su madre, cuando ésta todavía ignora la metamorfosis genital de su Jesús; y la preciosa y bien narrada rememoración de su primer coito como mujer, con un desconocido llamado Juan. Lo demás, para pegarle fuego.
Traducción: un castañazo del tamaño de un tranvía, que en su momento se quiso vender a golpe de publicidad, entrevistas televisadas y fotos de promoción. Pero me parece a mí que no funcionó ni por ésas- Normal. Lástima de árboles talados para que se impriman libros así.

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Del tamaño de un tranvía. Vivan las catenarias!!!